miércoles, mayo 31, 2006

Del sentido y las intenciones paradójicas


Debo declarar que a veces me da risa y a veces me asombra pensar sobre lo mucho que la gente utiliza su libertad no para ser libre, sino para encadenarse. Para unos, Love is a Wonderful Thing; para otros, el mundo fue y será un porrrrquería, sha lo sé. Claro, hay que reconocer que la vida de Jerry Maguire y la de Judas alcanzan para entender el por qué del inmenso espectro.

Pero aún así.

Estoy escuchando un disco de música céltica, mientras saboreo uno de los últimos momentos de uno de los viajes más grandes que he hecho en mi vida. Un tema en particular, Lament, de Patrick Cassidy, me llega mucho. A pesar del nombre, no creo que el tema sea un lamento. Más bien me tinca que es el equivalente humano del aullido del lobo, con todo el romanticismo decimonónico que esa postal implica. En fin, el cuento es que esta contemplación me recuerda una conversa de vino tinto y jueves en la noche con un amigo. Le estaba mostrando una música muy elocuente a este amigo, y comentándole que me parecía tan lindo el mundo interno de la persona que había creado esa pieza tan sencilla y conmovedora. Me miró con una expresión muy honda (cosa que no le he comentado, pero ya lo voy a hacer, compadre, afírmate), y me dijo "eso es lo que tú quieres creer".

No, eso es lo que a ti te angustia, preferí no decir.

La creencia es algo voluntario. ¿No me creen? Vean películas gringas. Nunca falta el típico personaje que no cree en el amor, no porque realmente lo crea, sino porque apenas crea va a tener que admitir que el amor sencillamente no se le ha aparecido. O el que no cree en Dios porque si llega a creer, va a tener que admitir que no ha sido muy benevolente con él. Vamos por el mundo poniendo creencias en la forma que más nos conviene. Comprenderán por qué mi risa-compasión cada vez que escucho a alguien decir que el-mundo-fue-y-será-una-porrrrrquería-sha-lo-sé. Como si fuera muy objetivo.

Claro, yo tampoco. Pero en vista de que mi versión del planeta Tierra la pinto yo, qué más da. Mejor pintarlo con colores que me gusten, ¿no creen?

Cuestión de recetas.

jueves, mayo 11, 2006

Viajes y peregrinaciones


Lista de cosas que irán en la maleta, la gran maleta, cuál maleta, mi maleta*:

-Cinco álbums para fotos; uno por década
-Dos pares de sueños irrealizables
-Un par de sueños frustrados (nunca se sabe si llueve suerte)
-Un corazón curtido
-Linterna (a.k.a. guitarra)
-Diez pares de sorrys (precaución necesaria)
-Mochila de mucho litraje; nunca se sabe con qué se llenará
-Ganas
-Botiquín, repelente de odio y antihistamínico
-Gamulán. Si vas con chaqueta, eres muy obvio; te chaquetean
-V.I.D.A. (verdad, ímpetu, deseo y actitud)
-Brújula
-Pañales (el que no se haya cagado jamás del susto, que levante el trasero)
-Café, mucho café
-Un paquete de empatía
-Una bolsa para ir echando las mañas
-Una mujer, la mujer, cuál mujer, mi mujer*
-Una cajita para las corcheas
-One way ticket a La Felicidad; algo así como la hacienda Toscana, pero que queda un poco más lejos, más cerca
-Velas y September of my years, de Sinatra, para el final del viaje


Les aviso cuando llegue.



*agregar "yeah-yeah's" de rockabilly a gusto