jueves, julio 31, 2008

Posdata

¿Quién ha leído "Cien Años de Soledad"? Digo, porque si no lo han leído, probablemente no entiendan a qué se refiere la pregunta.

¿Alguna vez han tenido esa sensación de que el tiempo es cíclico, de que se vuelve sobre sí mismo para volver a ocurrir? ¿De que se re-actualiza? Interesante. Pero eso, mis queridos radioescuchas vía internet banda chancha microondas digital triple pack chip-pap-putalahuevá, es materia de otro brote psicótico.


Ahí nos vemos.

Las amistades en la gran ciudad

Okey, Facebook está de moda. Para qué explayarse más. No need. Pero, ¿por qué?

Tengo una teoría. Ocurre que hace algún tiempo (debo decir que fue hace bastante, en realidad), yo pensaba que se podía ser amigo de varias personas. Pero el que me refutó no fue un filósofo, ni un profe, ni un amigo, ni alguno de esos bienvenidos asistentes a los consabidos carretes trasnochados. Fue ni más ni menos que Cristián de la Fuente, a través de televisión por cable coaxial vía microondas digital triple pack chip-pap-putalahuevá, el que me hizo caer en la cuenta.
No, si no veo tele. Hasta aquí nomás me llegó la parada de "soy cinéfilo, no veo tevé abierta". En fin. Pues resulta que el musculín ése dijo algo bastante sensato en la entrevista de turno. Dijo "mira, es que yo creo que en tu vida adulta es muy difícil que pudas darle espacio a más de cinco amigos... no es una cuestión de ganas, sino sencillamente una cuestión de tiempo; es imposible darle a más personas el nivel de dedicación, de atención y de intimidad que requiere una amistad, así con todas las de la ley". Toda la razón, Cris.

En efecto, compadre, no es una cuestión de ganas. Por eso mismo, Facebook está de moda.

Resulta que claro, uno no tiene tiempo. Pero eso no significa que uno no tenga más corazón que para eso. Existen muchas personas a las que uno sencillamente no ve porque no tiene el tiempo, pero eso no implica que no se tenga las ganas de tener un vínculo con esas personas. Y es así como ciertas amistades se mantienen vivas, hoy en día, gracias a la internet banda chancha dos punto cero vía microondas digital triple pack chip-pap-putalahuevá. Maldita ciudad y sus ritmos endemoniados, maldito Transanfiasco y sus plantones de paradero, más largos que un día sin pan. Tantas tardes de niñez con tiempo de sobra para el ocio. Tantos días enteros de pandilla preadolescente y conversaciones intrascendentes. Me viene a la memoria don Gandalf-the-white, mirando al infinito y diciendo "he caminado por esta tierra por trescientas vidas de hombre, y ahora, no tengo tiempo". Buena, viejo. Te voy a dar el número de Cristian, podríamos hacer un asado trasnochado.

Nos tendríamos que coordinar vía Facebook, claro.