jueves, febrero 15, 2007

Termostato

A veces, la gente se enfría a propósito. No es necesario, pero lo hacen.

Y después se quejan.

Leí un artículo en la revista "De mujer a mujer" (no es mi culpa; tenía diarrea y no había nada más) que decía que, según una encuesta que hizo La Tercera en forma telefónica a 400 jetones que no alcanzaron a decir que no,
jajajajajajajaja
más o menos una de cada cinco personas siente deseos de ser más afectiva físicamente, pero se contienen. Para variar, me quedé sacando conclusiones blogueras. Por ejemplo, fui a una entrevista para una pega. Yo pensaba que me iban a tapar en preguntas, pero no. Duró menos que estornudo de gato. Y si algún deseo tenía de leer en las caras la obligatoria pregunta de todo postulante
puta, iré bien o no?
me encontré con cuatro ojos (más bien dos, no miré para el lado mucho) más impenetrables que el Mato Grosso. Negocios y sus vaivenes. No era necesario, pero ocurre igual. Claro, uno termina adaptándose, y hacemos todos lo que no es necesario. Enfriar un poquitito más de la cuenta toda la cosa. Para qué; para poder mantener la asepsia tan deseada a la hora de cosificar las relaciones que es probable que no perduren. Lo más triste es que es bastante lógico.

Pero aún así.

Pregunta para los radioescuchas: se han sorprendido a sí mismos siendo artífices o víctimas de un deplorable exceso de cloro en las relaciones que no son de amistad?
-Sí, pero no me importa
-No, no me he dado cuenta
-Síiiiiiiiii, y qué
-De qué carajos me estás hablando
-Sí, pero mi terapeuta me dice que no tengo que hablar de eso todavía
-Ninguna de las anteriores

Marque con una cruz la alternativa correcta.




P.D. Si te pillé volando bajo y rayaste el monitor con un marcador indeleble, llámame y nos reimos un rato. De ti.

Qué cruel.

domingo, febrero 04, 2007

Réplicas

Mi entrada anterior, a diferencia de bastantes de las anteriores, tuvo un eco. Desde el otro lado del Atlántico, otra isla trajo la gran pregunta. Osea, no era una pregunta. Era más bien un comentario, pero igual, la gran pregunta.

La pregunta que termina todas las preguntas, diría yo.
La pregunta por el sentido de la vida.

Para qué vamos a andar con cuestiones. No tengo idea de qué es el sentido de la vida. Creo que esa pregunta no se respondería ni en siglos, a menos que se pudiera certificar que el último ser humano acaba de expirar y se puede hacer un promedio-compendio-resumen. Cosa que no voy a hacer ahora ni aquí, en parte porque es imposible, y en parte porque tendría que ser el más iluso de la historia de los ilusos para darme esa tremenda lata sin que hayan millones de por medio.

Entonces en qué quedamos, se preguntarán.

Qué quieres que te diga, escorpión de Barcelona. No sé cuál es el sentido de la vida. Lo único que puedo hacer es decir cuándo se siente, cuándo se intuye. Le dejo a la filosofía la tarea de escribir ríos de tinta sobre el "qué".

-Sentido de la vida es lo que sientes cuando ves a un tipo cocinar los tallarines de la misma forma que los cocinaba el abuelo, aunque nunca lo conoció;
-sentido de la vida es lo que se intuye cuando, por más rato que pase, el corazón de la persona con la que acabas de hacer el amor todavía sigue latiendo al mismo ritmo que el tuyo;
-sentido de la vida es cuando mil cien judíos dejan una piedra en la tumba de Oskar Schindler;
-sentido de la vida es cuando la vida misma está tan podrida que sólo despertar duele, pero darte cuenta de que duele implica hipso facto que estás viva (claro, a los muertos no les duele nada), y por lo tanto, sigues teniendo una oportunidad de cambiarlo todo;
-sentido de la vida es lo que ocurre ves una foto de tus padres cuando tenían tu edad;
-sentido de la vida es algo que se siente cuando le dices a cierta persona una palabra, una sola condenada palabra, y mágicamente el dolor de cuello que te jodía desde hace un año comienza a ceder;
-sentido de la vida es cuando el perro callejero que querías echar del barrio te mueve la cola y lo llevas a vivir a tu casa;
-sentido de la vida es cuando despiertas en la mitad de la noche y tu pareja te está acariciando el pelo mientras duerme;
-sentido de la vida es cuando Karol Wojtila visita en la cárcel al hombre que lo baleó;
-sentido de la vida es cuando, en un carrete cualquiera, un amigo te dice por encima de la música: "puta que te he echado de menos, huevón"
-sentido de la vida es cuando te das cuenta de que las estrellas parpadean, pero los planetas no;
-sentido de la vida es cuando peleas con tus padres porque a estas alturas tú ya tienes tu propia versión del cuento (sea el que sea)
-sentido de la vida es cuando lees todo esto aunque no estés de acuerdo con ni una sola pelotudez de las que he escrito...

...en fin.
Podría seguir eternamente.

Y eso, congéneres, le da sentido.