viernes, octubre 07, 2005

Del orgullo, y de mí


Acabo de terminar de trabajar, y no tengo a nadie a quien contarle. Eso es lo latoso de trabajar de noche, si te inspiras, no tienes a quién mostrarle tu chispazo. JAJAJAJAAAAAAA estoy tan contento, por la re chupalla!!!!

Por primera vez, por primera estación de mi vida, la música no nace del ansia.
Glorioso.

El sábado se casan Cristian y la Nunki. Como no tengo plata (cuéntate una nueva), les ofrecí ser el músico del matrimonio. Me parezco al continente europeo, tengo puro patrimonio cultural, jajajaja... bueno, en fin, aceptaron. El trato fue por un arreglo de su canción. "Y llegaste tú", de Sin Bandera. La arreglé para piano solo, me quedó bien decente. Hasta ahí vamos bien.

Y luego, llegó esta noche. Como pantera. Sin aviso. La musa esperándome en la esquina. Estaba preocupado, porque el matrimonio tenía tema de entrada, pero no de salida. Así que estaba viendo qué hacía, si un re-arreglo del mismo tema, para cuando dijera el ministro "los declaro marido y mujer", o lo que sea que dicen en el civil. Había visto también qué música envasada podía poner, que sonara bonita. Trascendente. Claro, la primera idea que se me pasó por la cabeza había sido que la Carola me acompañara en violín en alguna pieza para piano que, of course, iba a componer. Pero no puede, así que no compuse nada.

Hasta recién.

No sé de dónde salieron estos dos minutos de negro spiritual, para cuarteto de cuerda. Tomé la guitarra (si bajo al piano a las tres de la mañana me castran con un cortauñas), y empecé a secuenciar acordes. Y de pronto, salió. Así, de la nada. Y estoy tan orgulloso de mí que tengo ganas de saltar. Es que lo escuché, cuando quedó terminado, y me emocioné, tiene vuelo, tiene exactamente la misma sensación de alegría y ternura que me produce que esos dos se suiciden. Precioso.

Thank you, Oh Lord!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegra tu madrugadora inspiración. Te sacaste bien el peso de encima. Que no se te ocurra compartir el cerebro con nadie. Ok!

Saludos.