jueves, agosto 24, 2006

El rompimiento de la vara

Hay que abrocharse la camisa con una mano.
Resolver el problema de los nueve puntos ayuda también, dicen.
Hay que lavarse los dientes con la otra mano.
También se aconseja lo mismo a la hora de limpiarse el chiquitín cacú
jajajajaja
, entre otras cosas.

Ocurre que esta semana un alumno me preguntó cómo diablos se hace para ser creativo. Claro, la pregunta es más que relevante. No es llegar y poner cara de preescolar y decir "ya, y ahora, voy a ser creativo". Desear tener la actitud sin desarrollar la habilidad que la sustenta es tan ingenuo como pararse en la mitad de una plaza de toros creyendo que el toro no te va a embestir porque eres vegetariano.

Me quedé pensando. Y llegué a la conclusión de que la creatividad es uno de los conceptos más malentendidos del lenguaje cotidiano. Bueno, de partida, tengo que decir que como siempre, el sincronismo existe ya casi como parte de mi rutina diaria, y había visto un par de entrevistas de esas de extras-de-dvd, a dos personas a quienes admiro por su creatividad. Uno de ellos es el viejo juguetón, el Rey Midas, don Steven Spielberg, y el otro es el portento viviente, el nuevo Amadeus, el gran John Williams. Resulta que cada vez que comentan sobre algo por lo que son reconocidos en cuanto a su innovación, el discurso es más o menos el mismo: algo así como quería hacer esto que vi en tal parte, pero decidí ponerle esto otro.

La mayoría de las veces, cuando se nos pone el concepto de creatividad por delante, la imagen que aparece es la de una persona que sencillamente, produce cosas nuevas, así, casi por arte de magia. Pero parece que no es tan así. Me llama la atención la forma de crear de estas dos personas (que no sé a ustedes, pero a mí me parecen fuentes más que confiables, dadas sus credenciales); en ellos y en muchas personas más noto un profundo conocimiento de aquello que hacen (crear desde la nada es una ilusión, lo más probable es que inventes la rueda mil veces), y también una actitud de simplicidad que raya en lo infantil. Interesante.

Como el cuento de la vara. Un compañero de carrera una vez me contaba eso como una especie de "te vamos a poner un tema". Un tipo tenía que hacer pasar una vara por una puerta, y la vara era más ancha que el ancho del dintel. Tampoco cabía a lo alto. La solución era la más simple, más al alcance de un niño que de un adulto. El tipo rompe la vara por la mitad, y pasa de lo más campante. Tarán-tan.

Por eso la lista del principio. Igual que la gente platuda, que dice que la plata llama a la plata, yo digo que la creatividad llama a la creatividad. A hacer las cosas de manera distinta, a mezclar conceptos, a tejer parkas, a hacer helado de pebre. Quién sabe, en una de esas acabo en un extra de un dvd, jajajaja


P.D. Este post fue escrito tipeando con la nariz.

P.D.2. ...plop?

1 comentario:

Anónimo dijo...

que quieres que te diga...bien bueno tu blog...

Mira yo sé dibujar, pero no sé cocinar, el no saber cocinar es porque estoy falta de creatividad o es de floja que no me meto en la cocina?. Entonces, la creatividad viene de no ser flojo y atreverse a hacer las cosas?. Eso creo.

Saludos Aldo querido!